Elegancia, vela y espíritu de equipo en Porto Rotondo
Del 29 de mayo al 1 de junio, las aguas cristalinas de la Costa Esmeralda acogieron uno de los eventos más esperados del verano: la undécima edición de la Solaris Cup, una celebración del yachting de autor, la artesanía italiana y la pasión por el mar.
Entre las más de 80 embarcaciones Solaris llegadas de 17 países, Malo participó con entusiasmo en calidad de main partner, compitiendo con dos veleros. Una presencia que quiso destacar el profundo vínculo entre elegancia y rendimiento, entre el gesto deportivo y el gusto por la belleza esencial.
El arte de la vela, el cuidado por el detalle
La Solaris Cup es más que una regata: es un encuentro entre armadores, diseñadores, marineros y apasionados que comparten una visión común. Cada embarcación —desde los Solaris 44 hasta los majestuosos de 111 pies— representa una idea de excelencia, donde conviven en armonía líneas puras, materiales seleccionados y prestaciones impecables.
Las regatas costeras, trazadas entre las islas y calas del noreste de Cerdeña, ofrecieron un espectáculo de técnica y naturaleza: maniobras precisas, cambios de viento repentinos, momentos de perfecta coordinación entre tripulación y mar. En este escenario, Malo aportó su mirada al mundo: sobria, auténtica, refinada.
Un Lounge de cashmere entre las olas
En el Solaris Village —el corazón del evento en tierra firme—, el Lounge Malo recibió a armadores e invitados en un ambiente de confort y estilo. Cojines y mantas de cashmere transformaron cada espera entre regatas en un momento de bienestar, en perfecta sintonía con el espíritu del evento.
En homenaje a la artesanía que une a Malo y Solaris, se creó también un Trofeo Challenge único en su género: una copa forjada a mano por una artista italiana, adornada con hilos de cashmere incrustados en la estructura. Un gesto simbólico que entrelaza la maestría de la navegación con la de la manufactura.
“Malo Porto Rotondo”: cápsula exclusiva
Con ocasión de la Solaris Cup, la histórica boutique Malo de Porto Rotondo —abierta en 1998— presentó una colección cápsula dedicada a la vela y al lugar. Jerséis de cashmere ligero, polos de algodón fino, pañuelos livianos y gorras con visera transmiten una nueva idea de sporty-chic: natural, esencial, sofisticada.
En tonos navy, blanco y beige, las prendas están personalizadas con el logo “Malo Porto Rotondo” y un dibujo estilizado de un velero, como homenaje al estilo relajado y auténtico de la temporada mediterránea.
El mar como visión, el estilo como rumbo
Participar en la Solaris Cup significó para Malo abrazar un espíritu: el del equipo, el del viento, el del rumbo compartido. Una experiencia que confirmó, una vez más, que incluso en un contexto deportivo se puede expresar una estética sobria y atemporal.
Porque cada desafío vivido con armonía se convierte en relato. Y cada relato, si está bien tejido, ya es parte de la belleza.