Vicuña
Las características de la lana Vicuña son el resultado de más de un millón de años de evolución en un entorno natural extremadamente frío y severo. Vicuña, la lana más valiosa del mundo toma su nombre de un raro y salvaje camélido sudamericano conocido por su vellón compuesto por fibras largas, finísimas, pero muy resistentes que regalan un tejido preciado, brillante, excepcionalmente suave y cálido.
Entre las montañas de los Andes, sobre los picos nevados que desde el Lago Titicaca en Perú, atraviesan Bolivia hasta el Noroeste Argentino, viven las exóticas Vicuñas. Pequeños animales de pelaje dorado considerados sagrados por la población Inca, cuya historia se origina en las leyendas transmitidas por los pastores locales. Se cuenta que cuando el mundo apenas comenzaba, Wiracocha, creador del universo, descontento con la desordenada conducta humana, se convenció de la necesidad de castigar a los hombres. Al enterarse de sus malas intenciones, un joven "auki", un ser inmortal, persuadió a Wiracocha a esperar antes de desatar su ira, por lo que fue enviado a la tierra, entre los hombres, para enseñar a cultivar la tierra, a hilar las lanas, a hacer uso de las maravillas de la naturaleza. Auki dejó el mundo de los dioses solo con la condición de que, una vez terminado el trabajo, regresaría al cielo. Pero las cosas fueron un poco diferentes, antes de ,marcharse, Auki quiso inspeccionar su obra por última vez, fue al campo y allí conoció a una joven. Una muchacha bella, delgada y con grandes ojos almendrados, se enamoró de ella olvidando su promesa. Pasaron los meses y del amor nacieron dos hijos; Wiracocha se enteró de la fechoría y con la intención de castigar la traición, cegado por la ira, bajó a la tierra, pero cuando vio la belleza de los pequeños recién nacidos, quedó encantado. No renunció al castigo, pero en lugar de destruir, decidió transformar a Auki y a su joven esposa en montañas nevadas y a los niños en criaturas cuya apariencia recordaría la gracia de su madre y el esplendor dorado de los orígenes celestiales de su padre. Así es como Wiracocha creó las Vicuñas, dejándolas libres de vagar para siempre por las inmensas estepas andinas.

Orígenes
Actualmente, el ochenta por ciento de la población mundial de Vicuña vive en Perú dentro de grandes reservas naturales protegidas, criadas de manera tradicional por pequeñas comunidades locales. Durante miles de años, antes del descubrimiento de las Américas, la vicuña era objeto de gran veneración, su preciosa lana se utilizaba exclusivamente para vestir a la realeza, "los hijos del sol" de las poblaciones andinos. En el siglo XVI, cuando los españoles llegaron a Tahuantinsuyo, como se llamaba entonces el Imperio Inca, existían tres millones de vicuñas. La falta de previsión de la Corona española llevó a la especie al borde de la extinción, hasta los años sesenta del siglo XX, cuando la población mundial del pequeño camélido se redujo a menos de cinco mil ejemplares. Sólo entonces se puso en marcha un lento proceso de salvaguarda, cuyos objetivos no se alcanzaron hasta finales de siglo. En 1976, la vicuña se incluyó en la lista mundial de especies que necesitan el más alto grado de protección en la Convención Internacional de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Características


Elaboración
La lana de vicuña es increíblemente rara, el rendimiento de cada animal es muy bajo; un animal adulto proporciona alrededor de cien gramos de fibra cada dos años. Además, la vicuña no ha sido domesticada por el hombre, vive en estado salvaje, su pelaje se extrae de animales capturados en la naturaleza, luego se liberan en el pleno respeto de las técnicas de cría más antiguas.
Las comunidades rurales proceden a la eliminación de los pelos más gruesos que crecen entre el pelaje suave. Las fibras más suaves, puras y finas se lavarán a fondo en agua tibia y se pondrán a secar al aire libre. Todo el proceso es realizado por manos expertas, las técnicas son delicadas, muy antiguas, transmitidas de generación en generación entre las comunidades andinas. La predilección exclusiva por el trabajo manual en todas las fases de producción, además de preservar inalteradas las maravillosas cualidades de la materia prima, también permite mantener intacto el ecosistema y proteger la cultura local. Una vez obtenida la fibra más pura, la elaboración textil de la lana de Vicuña que se realiza en los talleres artesanales de Malo es similar a la creación de una obra de arte.